
Siempre soy la estúpida , la que aunque hayan golpeado mil veces los golpes del amor, todavía tiene esperanzas. Anoche te ví sin querer frente a mí. Estabas con una chica. Disimulé, te miré, y me repetía: Tanto dolor tuve por ti, tantas lágrimas desperdiciadas. Fue un sentimiento en vano el mío. Y a ti nada te importó, fuí tonta de ahí en más. Sólo pido a mi destino que me haga más fácil las cosas, que no me haga más esto, si ya pasé muchas veces por lo mismo, ¿por qué tener que revivirlos tantas veces? Que llegue la eterna soledad a mí, y que llegue el eterno desinterés hacia el amor a mí. No quiero verme más sufrir, no quiero verme más llorar, no quiero verme más caer. No quiero mirarme al espejo y ver que mi mirada triste nunca se va.