No hay vueltas de páginas en esta historia,
yo fui quien arrancó cada hoja, cada capítulo
Pero por el bien de los dos, fui yo la que
tenía que hacer fuerza acá, secar mis lágrimas
y ponerle un alto a la situación.
Quizás en la próxima vida, la próxima estación,
nuestros cuerpos se reconozcan y puedan
vivir lo que hoy matamos